
La impericia para atender las necesidades de la gente, la desconexión con la realidad, y el ajuste interminable en pos de favorecer a amigos y a los que más tienen, inclinaron tal cual lo habían indicado las PASO, la preferencia de la gente para con Alberto Fernández.
Mauricio Macri más allá de discursos con un relato construido para tratar de tapar el desempleo y la desigualdad, no supo ni siquiera convencerse de que estaba en campaña y de que era candidato, la crisis tras las primarias, mostro la debilidad y la superficialidad con que el gobierno de Cambiemos manejo los destinos del País y construyo una mentira que quería aplacar el hambre y la miseria que viven millones de argentinos con mensajitos por las redes sociales, como si fueran los condimentos de una suculenta comida.
Macri el presidente que entrara a la historia ( aún no se sabe) solo por haber terminado un periodo sin ser Peronista, más allá de esa anécdota colorida, la verdad es que deja un país endeudado, con una presión y una serie de amenazas declaradas de los gobiernos imperialistas que ya piden explicaciones para el nuevo presidente Fernández.
El mandatario que se va dejando el sillón de Rivadavia, defraudo a los suyos, destruyendo a sus aliados como el Radicalismo que ahora deberá ver si puede sanar sus heridas tras la intervención del buen amigo y mano derecha de Mauricio, el cuestionado Marquitos Peña.
La democracia mostro la soberanía del pueblo y su amor por el Peronismo que termino unido, junto a sus socios históricos, los gremios, demostrando que son imparables y son los más amados por los que menos tienen.
Salud Alberto… esperamos un buen gobierno para el bien de nuestro país.