
CASO MAXI ACOSTA INESPERADO GIRO EN EL JUICIO UN POLICÍA ACUSO AL EX JEFE DE LA COMISARIA DE MORTEROS
Un policía en actividad acuso al ex Jefe de la Comisaria Ludueña por adulterar registros
Los acusados, Carina Ludueña y Darío Romano
Un policía en actividad que presta servicio en la comisaría de Morteros incriminó seriamente al entonces jefe de la dependencia policial, subcomisario Guillermo Ludueña, acusándolo de haber adulterado el libro de guardia la tarde en que ocurrió el deceso de Maximiliano Acosta (18).
El testimonio del cabo Mariano Rivera causó estupor en la sala a tal punto que uno de los imputados, Alejandro Darío Romano (37), rompió en llanto.
En la sala, familiares de Acosta también lloraron al escuchar el testimonio del policía y ante esta situación y para calmar los ánimos, el juez Claudio Requena ordenó un cuarto intermedio.
Rivera declaró que se encontraba de recorrida entregando notificaciones y patrullando cuando a las 18 del 2 de diciembre de 2011, el jefe de guardia, sargento Clemente Sánchez, le ordenó regresar a la base. "Entro el móvil, me dirijo a la cocina y le entrego la tabla con las notificaciones que faltaban por entregar a Sánchez, éste me indica que me retire al descanso", dijo el suboficial y junto a la cabo Carina del Valle Ludueña (42), la otra imputada, se retiraron a los dormitorios que hay en la dependencia. "A las 20.45 me despierta Sánchez zamarreándome mientras me decía que se ahorcó el preso".
Rivera, tras contar que él no tenía conocimiento que hubiera un detenido, agregó en su declaración: "Me voy a la guardia y veo que en el libro figuraba que yo había controlado al detenido en distintos horarios, lo cual no era cierto porque desde las 18 me encontraba descansando, la busqué a la cabo Carina Ludueña y le pregunto si ella había escrito el libro, a lo que me dice que quien había estado escribiendo era la cabo Lorena Ludueña y que lo había hecho por orden del subcomisario Guillermo Ludueña, jefe de la comisaría".
El uniformado añadió que la cabo Lorena Ludueña le dijo que el subcomisario la había obligado a escribir en el libro.
INFORME OSVALDO SORIA